La desaparecida cuarta provincia valenciana

Durante un pequeño periodo de tiempo en la actual Comunidad Valenciana no hubo tres provincias, hubo cuatro. Hoy conoceremos la historia de la desaparecida cuarta provincia valenciana.

Las 3 de siempre

Se podría decir que la historia de las provincias valencianas nace en 1799, antes de esa fecha el Reino de Valencia había sido una división única, una provincia-intendencia.

En 1799 el balear Miguel Cayetano Soler, secretario de estado, propuso un nuevo plan territorial por el que se crearon 6 provincias marítimas nuevas en España, una de ellas fue precisamente la de Alicante.

Con la invasión napoleónica, España se dividió en un sistema de prefecturas al estilo francés. En 1810 se crearon 38 prefecturas junto a 111 subprefecturas.

El territorio valenciano quedó dividido en la prefectura de Cabo de la Nao que abarcaba la actual provincia de Alicante y una parte de las de Valencia y Albacete. Su capital era Alicante y las subprefecturas eran las de Alicante, Denia y Xàtiva.

La provincia de Valencia y el sur de la de Castellón quedaron dentro de la prefectura de Guadalaviar Bajo, con capital en Valencia y con las subprefecturas de Valencia, Castellón de la Plana y Segorbe.

El norte de la provincia de Castellón quedó dentro de la prefectura del Ebro, que abarcaba la actual Tarragona y una parte de las de Zaragoza y Teruel.

En la Constitución de la Pepa, se establecieron 19 distritos territoriales, de los cuales uno de ellos era Valencia, volviendo a unir el territorio en una única división. Sin embargo la constitución también establecía que se debía hacer una división en el momento en el que la situación del país lo permitiese.

Por lo que un par de años después, se realizó la primera propuesta de división y comenzaron a debatir. En 1813 el también balear Felipe Bauzá propuso una división por la que el territorio valenciano quedaba dividido en una provincia de primer orden, Valencia, y dos provincias subalternas, Segorbe y Alicante. Todo construido sobre la base de población de cada territorio.

La propuesta de Bauzá fue sufriendo modificaciones mientras se debatía en las Cortes aunque nunca llegó a aplicarse pues tras el golpe de estado de mayo de 1814 el régimen constitucional y las Cortes quedaron disueltas y los debates interrumpidos.

Podemos decir sin duda alguna que desde que el Reino de Valencia empezó a dividirse en provincias siempre, con alguna que otra modificación, se ha dividido en tres provincias que corresponden en mayor o menor medida con las actuales.

También pasará esto después del período que pasamos a contar ahora.

La cuarta provincia

Unos años después, en 1820, se produjo el Pronunciamiento de Riego, un levantamiento liberal que instauró nuevamente las Cortes. Con su restitución la cuestión de la división territorial volvió a coger fuerza.

En julio de ese año comienza de nuevo la tarea de manos de Felipe Bauzá y del vasco José Agustín de Larramendi. El 19 de junio de 1821 se leyó en las Cortes el informe de la comisión de división del territorio español.

Dividieron el territorio valenciano en cuatro provincias, las 3 de siempre; Castellón, Valencia y Alicante; y la novedad, la cuarta provincia valenciana que estaba entre las de Valencia y Alicante, la Provincia de Xàtiva.

En Xàtiva había habido ya en tiempos de la Corona de Aragón una subgobernación del Reino de Valencia quizá lo más parecido a una provincia en la antigüedad.

Esto seguramente influyó notablemente en la creación de esta nueva provincia, así como el apoyo del diputado setabense Joaquín Lorenzo Villanueva, el cual apoyó la propuesta del diputado valenciano Felipe Benicio Navarro de crear una nueva provincia entre Valencia y Alicante por la difícil comunicación con estas dos zonas.

Después de establecer los criterios de división, hablaban de las capitales de las provincias, podíamos leer: “JÁTIVA: Su capital Játiva que es el pueblo de mejor situación y proporciones para serlo. Su población de 164.795 almas.”

El artículo dos del decreto establecía la provincia de Xàtiva con capital en la ciudad del mismo nombre y en el apéndice podíamos encontrar la demarcación de la provincia, decía así:

“Esta provincia confina por el N. con la de Valencia, por el E. con el mar Mediterráneo, por el S. con la de Alicante y por el O. con la de la Mancha alta.
Su límite septentrional empieza en el río Cabriel un poco al O. de Cofrentes, y sigue por este río hacia el E. hasta el Júcar, cuya orilla derecha hasta la mar es el límite N. El límite oriental es la costa del mar hasta el Cabo de San Antonio.
El límite meridional empieza en la sierra que forma el Valle de Albaida por el S. al SO. de Fuente la Higuera; y siguiendo por ella hacia el E. pasa entre Turballos y Carricola, por el N. de Gayanes y al S. de Benirraes, dirigiéndose al E. á cortar por este rumbo al río de Alcoy, y por los nacimientos de los ríos Bullent, Molinell, Verger y la Alberca; y va a terminar por el monte Montgó al Cabo de San Antonio.
El límite occidental, empezando por el S., es la sierra que forma por el S. el Valle de Albayda al SO. de Fuente la Higuera; y siguiendo la cordillera de montañas hacia el N., pasa al O. de San Benito, Ayora, Zarra y Jarafuel, cortando el río Júcar un poco al N. de Bes, continuando al N. a verificarlo con el Cabriel un poco al O. de Cofrentes.”

La provincia de Xàtiva fue clasificada como provincia de cuarta clase y le correspondían dos diputados en las cortes.

Sin embargo la existencia de la cuarta provincia fue prácticamente efímera, apenas llegó a tener un año de existencia, pues la restauración del absolutismo en manos de Fernando VII volvió a recuperar la división del Antiguo Régimen.

En divisiones provinciales posteriores nunca se volvió a introducir la provincia de Xàtiva por lo que la división del territorio valenciano acabó siendo la de las tres provincias.

¿Y la provincia?

Ahora debemos responder a la pregunta de ¿Por qué no se volvió a crear la provincia de Xàtiva en divisiones posteriores?

Todo apunta, aunque no se pueda confirmar al cien por cien, que el motivo estuvo en la capacidad de control. En aquel momento uno de los criterios que se tuvieron en cuenta a la hora de crear provincias fue la capacidad que tenían las diputaciones provinciales para controlar la recaudación de la hacienda.

Nos encontramos con que las localidades de Xàtiva, Cofrentes y Montesa acusaron a la Junta Estadística de Xàtiva de haber incrementado arbitrariamente los manifiestos de riqueza de las localidades.

Este conflicto fue resuelto por la Diputación de Valencia que demostró que tenía la capacidad suficiente para poder controlar los territorios que pertenecían a la cuarta provincia valenciana.

Por lo que en 1833 cuando se aprobó la siguiente división territorial la provincia de Xàtiva no fue creada y su territorio fue dividido entre las de Valencia y Alicante.

La Diputación de Xàtiva

Con la creación de la provincia de Xàtiva se creó el órgano que tenía que dirigirla, la Diputación de Xàtiva. De las tres nuevas diputaciones, la de Xàtiva fue la última que se constituyó, lo hizo el 17 de mayo de 1822, un día después que la de Castellón y dos después de la de Alicante.

La primera sesión de la Diputación se celebró en el ayuntamiento de la ciudad y pese a que no sabemos cuál fue el método de elección de los diputados provinciales, sí que conocemos sus nombres.

El presidente fue Bartolomé Amat y estuvo integrada por siete diputados que fueron; Pedro Todoli, Baltasar Fuster, Pedro Nolasco Morales, Pedro Juan Carbonell, José Román, Manuel Talens y Vicente Vicall o Vidal.

En las sesiones posteriores se estableció una comisión para buscar una sede propia, que acabaría siendo la casa de la Enseñanza, se nombró a Mariano Parra como secretario, a Joaquín Tomas Fourrat como depositario de la Diputación y a Fernando Guerra como intendente, se formaron los organismos dependientes de la Diputación, trabajaron en las solicitudes que los ayuntamientos de la provincia hacían a la diputación y se encargaron de formar a la Milicia Nacional local.

Fueron precisamente los diputados los que se encargaron, en parte, de establecer la delimitación de la provincia con el resto de provincias. Durante su corta vida tuvo que lidiar con problemas de presupuestos y funcionó mediante comisiones temporales que se encargaban de los asuntos necesarios en cada momento.

Además hubo en el seno de la diputación una serie de enfrentamientos entre el presidente y los diputados, ocurriendo en varias ocasiones que Amat fue el único que votó en contra de alguna de las propuestas de la diputación.

Los enfrentamientos fueron constantes hasta el punto de que Bartolomé Amat acabó cesando su cargo, siendo nombrado el 4 de septiembre de 1822 José María Bertodano como Jefe Político de la Diputación, un nuevo presidente con el que los diputados no tendrán encontronazos.

La Diputación dejó de existir a la vez que la Provincia tras 10 meses de existencia.

Los municipios de la Provincia