América siempre estuvo ahí, sin embargo nadie lo sabía, a lo largo de la historia hubo una serie de expediciones que de manera accidental o intencionada, fueron descubriendo el continente americano, tanto aquellos lugares que los nativos conocían como los que no, por eso hoy conoceremos a el valenciano que descubrió América.
El nombre de nuestro protagonista es Diego Ramírez de Arellano o bueno, eso se supone, ya que parece que es posible que su nombre real fuera Alfonso o Ildelfonso, aunque de eso hablaremos más adelante.
Nació en Xàtiva, aunque desconocemos cuándo nació. Sabemos que fue en esta ciudad valenciana gracias a que en uno de los mapas de la Isla Grande de Tierra del Fuego realizado por Diego Ramírez podemos leer: “«Quarteronsillo fabricado del reconocimiento que de los estrechos de Magallanes y San Vicente se hizo por orden de su majestad y junta de guerra de Yndias el año 1619, reconocido y echo por el capitán Diego Ramirez de Arellano natural de Xátiva cosmógrapho y piloto maior por su majestad y criado del príncipe Filiberto.
Existen dudas sobre donde estudió siendo las opciones Valencia, Sevilla y Madrid. En 1618, a parte de casarse con Mariana de Aybar, comenzó su aventura como piloto en la expedición García de Nodal. Expedición por la que hoy estamos hablando de él.
Sabemos que Diego tenía un amplio conocimiento científico y marítimo gracias al texto escrito por él mismo titulado “Reconocimiento del estrecho de Magallanes y San Vicente, con algunas cosas curiosas de navegación”. En este documento podemos encontrar una gran cantidad de datos astronómicos, datos sobre corrientes, mareas, vientos y accidentes geográficos, es tan precisa la información que es posible saber el estado de la marea en cada una de las bocas del Estrecho a cualquier hora del día en una fecha del año.
Pero es que además Ignacio Díaz Hernández en su tesis “estudio preliminar y transcripción del manuscrito de Diego Ramírez de Arellano “reconocimiento de los estrechos de magallanes y san vicente, con algunas cosas curiosas de navegación” (1621).” nos explica lo siguiente:
- No se limita a presentar y ordenar datos, sino que en la tercera parte… se dedica a justificar desde la teoría cómo se interpretan estos datos, y cómo se pueden elaborar procedimientos generales para obtener nuevos datos, o sobre cómo es posible desde el conocimiento de leyes generales (por ejemplo Teoremas de la Geometría) abordar problemas concretos de navegación. El caso más destacable es el de la obtención de la altura del polo a partir de alturas extra meridianas del Sol, ya que expone un algoritmo útil (y que según el manuscrito se presenta por primera vez para utilidad de los navegantes) deducido a partir de la trigonometría esférica más elaborada de su época. Es decir, logra encajar la resolución de un problema náutico (cálculo de las coordenadas del buque) dentro del marco general de la geometría.
Los conocimientos científicos y marítimos que Diego tenía, algo extraño para un piloto mayor de la época, le valió el reconocimiento de los propios hermanos García Nodal que dijeron que era un “cosmógrafo sabio”.
La Expedición
El 16 de enero de 1616 los neerlandeses Willem Cornelisz Schouten y Jacob Le Maire habían descubierto el paso Le Maire y el cabo de Hornos, este descubrimiento suponía la posibilidad de que existiera un nuevo camino hacía la India menos peligroso y más rápido que el de Magallanes.
Ante la posibilidad de la existencia de esta ruta, Felipe III y el Consejo de Indias aprobaron la organización de una expedición que viajase hasta el sur del continente americano y certificase esta información.
Se construyeron a toda prisa en Lisboa dos pequeñas carabelas, en tan solo ocho meses estaban listas. Nuestra Señora de Atocha, fue entregada a Bartolomé García Nodal y la de Nuestra Señora del Buen Suceso, a su hermano Gonzalo. Diego Ramírez, que ya contaba con un gran prestigio fue nombrado cosmógrafo de la expedición.
Diego Ramírez fue un miembro importante de la expedición, para que te hagas una idea de su importancia, tenía poder de decisión en algunos sucesos que pudieran ocurrir a bordo, por ejemplo en caso de tener que imponer alguna sanción severa tenía que conseguirse una votación favorable por parte de los dos hermanos y de Diego Ramírez.
La expedición partió de Lisboa el 27 de septiembre de 1618 y el 15 de noviembre llegaron a Río de Janeiro donde entre otras cosas, repararon los barcos y acabaron con una sublevación a bordo que les obligó a encarcelar a gran parte de la tripulación y sustituirla por voluntarios brasileños.
Descubrimientos de Diego Ramírez y su Xàtiva natal.
La expedición continuó su curso y comienzan aquí los descubrimientos realizados por el setabense y que no podemos separar de su Xàtiva natal, en esta parte hablaremos únicamente de aquellos descubrimientos que tienen relación con él y con su ciudad.
Encontramos en el sur de América, varios accidentes geográficos relacionados. Hay dos que en la actualidad se mantienen y otros dos que se han perdido. El primero de los que sí que se mantienen y más conocido es el de las Islas Diego Ramírez.
Estas islas fueron descubiertas casi por casualidad, ya que el 6 de febrero de 1619 por la noche, una fuerte tormenta les hizo ir hacia el sureste durante unos días, llegando el 10 de febrero a unas islas desconocidas que nombraron como Islas Diego Ramirez.
Estas islas que en la actualidad pertenecen a Chile, fueron el punto más meridional que alcanzó la expedición y todavía mantienen su nombre en la actualidad.
Otro accidente geográfico que en la actualidad conserva su nombre es el del Cabo Setabense, ubicado en la argentina Isla de los Estados. Este cabo se encuentra en el oeste de la isla, entre el Cabo Galeano y la Punta Cuchillo.
No cabe duda que esta fue otra de las formas en las que Diego dejó presencia de su ciudad en el continente americano. En la actualidad todavía se conserva este nombre como podemos ver en el mapa de la Reserva Provincial de la Isla de los Estados.
Respecto a los nombres que en la actualidad no se conservan, encontramos el cabo de San Ildefonso. Este accidente lo descubrieron el 5 de febrero de 1619 y como ya estaba descubierto fue renombrado por el valenciano. En la actualidad se le conoce con su primer nombre, el cabo de Hornos.
El nombramiento de este accidente es uno de los motivos que hacen sospechar a los investigadores sobre que su nombre real podría ser Ildefonso o Alfonso.
Sin embargo el más importante es el de la Isla de Xàtiva. La hoy conocida como Isla Grande de Tierra del Fuego fue durante un periodo de tiempo conocida como Isla de Xàtiva.
Al menos en España, ya que como podemos ver en mapas de la época de otras naciones como Portugal o Francia, no parece que utilizaran esta denominación. Pero ¿Por qué en la actualidad no se le conoce por ese nombre?
Para responder tenemos que viajar a 1707, en aquel momento se estaba desarrollando la Guerra de Sucesión Española, tras la batalla de Almansa, el Reino de Valencia quedaba abierto a las tropas borbónicas.
Xàtiva decidió intentar resistir a las tropas, tras la derrota de la ciudad comenzó un periodo de represión brutal contra la misma. Una de las formas en las que se materializó esta represión fue en la de “borrar” a Xàtiva de los mapas.
Para conseguirlo, se le cambió el nombre al de Nueva Colonia de San Felipe, sin embargo este cambio no fue suficiente para eliminar a la ciudad pues todavía se mantenía su nombre en la isla americana.
El nombre de la isla se cambió al nombre tradicional y por el que era conocida en otras partes del mundo para conseguir este objetivo.
Para terminar me voy a permitir una crítica al gobierno de la Isla del Fuego y es que en su página web, en el apartado en el que nos cuentan la historia del territorio no hacen mención alguna ni a Diego Ramírez, ni al nombre que tuvo el territorio durante más de 80 años. La única mención al tema es la siguiente: “En los siguientes tres siglos distintos grupos expedicionarios ingleses, franceses y españoles recorrieron la zona.”
Enfrentamiento con los Hermanos García Nodal
Otro elemento que hay que tener en cuenta de la expedición es que nuestro valenciano acabó enzarzado en un conflicto con los hermanos García Nodal. Hubo varios motivos para este enfrentamiento y enemistad entre los tres hombres.
El primer motivo ocurrió durante la propia expedición. Encontramos en la obra de Diego, varias críticas a los hermanos. El 3 de enero escribía: “No puedo pasar en silencio la desigualdad de juicios como en este día tenemos los capitanes Nodales y yo, pues viendo ambos una misma tierra, en un mismo día y hora, digan ellos que rasa, y yo montes altos, y en caso semejante solo la experiencia puede difinir la verdad y cada uno libremente podrá seguir al que le pareciere va mas fundada su razón”.
El 17 de enero escribía: “con demasiada cólera y palabras ásperas, el capitán Bartolomé García de Nodal dio a entender que la causa de este accidente, aunque pequeño, era la altura y observaciones que se avía de hacer en el cabo, porque si se allara solo no se uviera detenido en tomar la altura, ni se le diera nada de las variaciones, mareas y corrientes”
Las críticas del valenciano a los capitanes durante la expedición fueron casi siempre relacionadas con el hecho de que estos dos hombres no dedicaran el tiempo necesario en recopilar la información que se les había encomendado por orden del rey.
Esto nos lleva al segundo punto clave del conflicto. En 1621 los hermanos publicaron un libro que se llamó “Relación del viaje que por orden de su Majestad y acuerdo del Real Consejo de Indias hicieron los capitanes Bartolomé García de Nodal y Gonzalo García de Nodal, hermanos naturales de Pontevedra, al descubrimiento del estrecho nuevo de San Vicente y reconocimiento del de Magallanes.”
Este libro, que es como un diario de abordo de la expedición generó duras críticas por parte del valenciano. Hubo varios motivos, el primero fue la inexactitud de los datos que los hermanos indicaron en el libro.
Diego escribió: “En infinitas partes della [he] aliado muchos errores, y descuydos dignos de no pasar en silencio, en menoscabo más de nuestra nación española que dellos; quise, recopilando los más princi pales, sacallos a luz, juntamente con mi relación, para que el desapasionado juzgue la vigilancia con que acudieron a cosa de tanta importancia, y la verdad no perezca en las tinieblas de semejante relación.”
Pero sin duda, el mayor iniciador del conflicto fue un mapa. En el libro que publicaron los hermanos aparecía un mapa que teóricamente había sido diseñado por Pedro Teixeira.
Sin embargo Diego afirmó que el mapa se había copiado de uno que él había realizado y que además se habían utilizado los datos que él había recopilado, ya que, como él mismo criticó, los hermanos García Nodal no se habían tomado el tiempo necesario para la medición y sus datos eran insuficientes y erróneos.
Diego se empeñó en que la Junta del Consejo de Indias revisase los dos mapas, el realizado por el setabense y el realizado por Teixeira. El encargado de realizar esta revisión fue Juan Cedillo Díaz.
La revisión consistía en fusionar los dos mapas de manera que se confeccionara un único mapa. El resultado de la fusión dio la razón al valenciano que escribió: “de todo lo qual queda bastantísimamente probado ser falso lo que el capitán Gonzalo de Nodal dice a la fin de sus servicios”
Tras la expedición
Tras la expedición vuelven a haber agujeros en la historia del setabense. A finales de 1619 viajó a Filipinas con la Armada de Socorro, recibiendo una ayuda de 500 ducados y un año más tarde, el 29 de diciembre de 1620, fue nombrado piloto mayor de la Casa de Contratación con un salario anual de 50.000 maravedíes.
El 14 de abril de 1624 alquiló una casa en Sevilla, todo esto pese a estar lleno de deudas, sin embargo tras esto enfermó, El 25 de mayo de 1624 hizo su testamento y dos días después el 27 de mayo falleció en Sevilla.
A su mujer, embarazada en aquel momento, la Casa de Contratación le concedió cuatro sueldos por los servicios prestados por su marido y poco tiempo después nació su hijo, aunque no he sido capaz de encontrar como se llamó.